¿Qué es un seguro a todo riesgo?

Siempre hemos asociado la expresión “a todo riesgo” al seguro del coche y más o menos ya sabemos qué significa, pero esta modalidad también se aplica a otros bienes y situaciones. ¿Qué seguros existen a todo riesgo y qué significa exactamente esta cobertura?

Seguro a todo riesgo vs. multirriesgo

Como explicamos en el artículo sobre el seguro multirriesgo, la modalidad de seguro a todo riesgo se contrapone a la modalidad que llamamos multirriesgo.

El seguro multirriesgo es un seguro de riesgos nominados, lo que significa que se enumeran todos los riesgos que cubre el seguro. Para saber si un determinado hecho está cubierto o no, se debe consultar la lista de coberturas relacionadas en la documentación del seguro. Si el hecho figura en la lista, estará cubierto; si no, no lo estará.

Curiosamente, en el seguro a todo riesgo tenemos que hacer lo contrario. Si queremos saber si un determinado hecho está cubierto por el seguro, debemos consultar la lista de exclusiones. Todo lo que no esté explícitamente excluido, está cubierto.

¿Qué cubre el seguro a todo riesgo?

Aunque un seguro a todo riesgo no cubre absolutamente todo, sí que incluye elementos que el multirriesgo no cubre, como el daño accidental. Este tipo de daño es cualquiera sufrido por una causa violenta, repentina, externa y ajena a la intencionalidad del propietario del bien que se está asegurando, como un golpe o una caída.

Por lo tanto, multirriesgo y todo riesgo son modalidades de seguros diferentes apropiadas cada una a diferentes necesidades.

Aplicaciones de los seguros a todo riesgo

Es verdad que existen seguros de hogar, comercio, industria en la modalidad a todo riesgo, aunque son minoritarios en el mercado. Esta modalidad se utiliza principalmente para bienes, objetos o actividades con necesidades aseguradoras específicas que se adecuan mejor a la cobertura a todo riesgo.

Ejemplos de coberturas de seguros a todo riesgo

Pongamos por caso una obra de arte de mucho valor, una pintura o una escultura que participe en una exposición temporal.

Esta obra de arte deberá ser transportada desde donde se encuentre hasta la sala de exposición y, cuando termine la exposición, devuelta a su lugar de origen. Esto significa que deberá ser manipulada bastante, y por lo tanto, el riesgo de daño accidental aumenta.

Otro ejemplo podrían ser los instrumentos musicales. Hay instrumentos musicales de un valor muy alto. Estamos hablando entonces de objetos caros, frágiles, que se desplazan muy a menudo y que están hechos para ser manipulados. Sumando estos cuatro factores, el riesgo de daño accidental es muy alto. Por lo tanto, el mejor seguro para instrumentos musicales es de modalidad a todo riesgo.

Algunos seguros multirriesgo incorporan coberturas a todo riesgo para determinados elementos. Por ejemplo, en el seguro multirriesgo de una oficina, los ordenadores se pueden asegurar contra daños accidentales. O en una industria se puede asegurar la maquinaria a todo riesgo.

Otro ejemplo es el seguro denominado Todo Riesgo de la construcción. Un seguro para cubrir todo el proceso de construcción de un edificio desde que se inicia hasta que se acaba. Una cobertura que va más allá del incendio, explosión, robo, etc., y que efectivamente cubre cosas que pueden pasar y que no cubriría un multirriesgo. Por ejemplo, las consecuencias económicas de un error de diseño, que el material de construcción sea defectuoso, que al descargar el material caiga y se rompa, o las consecuencias de una huelga, y un largo etcétera.

En conclusión, un seguro a todo riesgo es una modalidad de seguro que cubre todo aquello que no esté explícitamente excluido, muy apropiada para cubrir determinados riesgos que con coberturas de multirriesgo u otras, quedarían cortos.

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